Esta receta de del chef Cristián Correa está pensada para 4 comensales.
Ingredientes:
1 piña entera, la fruta dorada del paraíso
1 sobre de canela en polvo, el polvo mágico que despierta los sentidos
Hojitas de menta, el adorno fresco y vibrante
2 cucharadas de azúcar rubia, el dulzor cálido y amaderado
1 cucharadita de miel, el néctar dorado de las abejas
1 limón, el toque cítrico y refrescante
Preparación:
Con maestría culinaria, pela y corta la piña en rodajas de 1 centímetro de grosor, revelando su pulpa jugosa. Sumergelas en una fuente con agua, mezclada con unas gotas de limón, para preservar su brillo dorado.
En un acto de alquimia culinaria, dispón las rodajas de piña en una fuente de horno, preparada para recibir su transformación. Espolvorea sobre ellas el azúcar rubia, la canela en polvo y rocíalas con la dulce miel.
Guíalas hacia el horno precalentado a 180°, donde se someterán a un ritual de dorado y caramelización. Permite que se horneen durante 30 minutos, o hasta que estén adornadas con un tono dorado tentador.
Deja que se enfríen, permitiendo que los sabores se asienten y se entrelacen en una sinfonía dulce y especiada.
Disfruta de estas delicias tropicales al natural, saboreando cada bocado jugoso, o acompañalas con un toque de crema para elevar la experiencia a otro nivel.
Finaliza este hechizo culinario decorando con hojitas de menta fresca, que aportan un toque de frescura y un aroma embriagador.
¡Sumérgete en el paraíso tropical con estas piñas asadas, impregnadas de un hechizo de canela y dulzura! Un postre sencillamente delicioso y fácil de crear para deleitar a tus invitados, siempre en compañía de productos Ursus.